El albatros dorado en el Beagle, al debe
El Albatros Dorado en el Beagle
Francisco Martínez Villarroel
Pequeño libro escrito por este contralmirante activo de la Armada de Chile y publicado en 2003. En alguna otra parte me referí al mismo y luego de un par de relecturas mantengo mi pensamiento.
El trabajo está estructurado como un relato personal de los acontecimientos que significaron el traslado hacia Magallanes de algunas unidades aeronavales para hacer distintos tipos de exploración aeromarítima en esa zona con ocasión del conflicto del Beagle en diciembre de 1978, y en tal sentido efectivamente sirve para tener una de las primeras versiones escritas de primera mano de algunos aspectos de lo que aconteció en esa oportunidad. Y eso se agradece debidamente.
Si bien hay un relato del día a día que vivió Martínez y de algunas de sus tareas durante lo más complicado de la crisis (y se confirman algunas cuestiones que eran una suerte de mito urbano entre los interesados en el tema), no existe un análisis táctico de las acciones, ni hay un mayor desarrollo que se refiera en detalle a la totalidad de las misiones realizadas por la Aviación Naval (como un todo y sistema) en esa oportunidad. En tal sentido, rarezas como mencionar las coordenadas geográficas exactas en que se habría producido la intercepción de material CASA 212 chileno por A-4 Skyhawk aeronavales argentinos en dos oportunidades, quedan precisamente como una excepción... Mayores antecedentes complementarios hemos querido encontrar en otros libros recientes relativos al tema (como "La Escuadra en Acción", de Arancibia & Bulnes), pero sin suerte.
Por lo mismo, a mi juicio este trabajo no es una historia reciente de la Aviación Naval chilena, ni de los medios ni cuadros de 1977-78 (o de las dificultades que existieron en ese momento para constituirlos), ni de las características técnicas que se pusieron en juego para enfrentar la crisis, ni tampoco un análisis de las amenazas que debió encarar. Sí, es cierto, algo se menciona, pero a mi juicio resulta insuficiente. Y la oportunidad de hacerlo era inmejorable, pues ni siquiera el muy interesante libro "La Aviación Naval de Chile" (C. Tromben), sin duda la obra desde adentro más completa sobre la historia de nuestras alas navales, hace más que una levísima referencia a los importantes sucesos de 1978 (p. 206, 2da. edición, 1998) (aunque hace otros aportes por referencia indirecta).
Además, me parece que la prosa en que está escrito el libro es sólo regular, lo que puede pasar de largo si es que consideramos que es el primer trabajo en este sentido de este destacado oficial. De seguro una mínima corrección de estilo y un uso adecuado de la tipografía o de la composición (o cualquiera de los varios recursos disponibles) habría ayudado a entender mejor que algunas de las partes del libro son relatos personales, y otros mera novela o ficción, delimitando mejor su valor intrínseco. O habría hecho algo más llevadera su lectura, algo plana o cansadora, si vemos sólo lo relativo a composición de páginas.
Contiene algunas escasas fotos en tamaño menor que a mi juicio no aportan, pues no muestran el despliegue de ese año y en general son imágenes que ya habíamos visto varias veces repetidas en otras publicaciones. Esperaba, en lo personal (y por las razones antedichas) algo inédito. Y de seguro que ese material existe.
Estoy de acuerdo con Martínez cuando se refiere (p. 87 y ss.) al (lamentable) olvido en que el tiempo eventualmente dejaría los esfuerzos de los aviadores navales de esos días (y sobre todo porque yo mismo estaba en Punta Arenas durante diciembre de 1978, y no me cuentan cuentos). Sin embargo, mi opinión personal es que son aquellos que vivieron de primera mano estos acontecimientos quienes están en la mejor posición para recordar esos hechos. Esto, pienso, también conlleva la responsabilidad de hacerlo lo mejor posible. Y es precisamente es el autor del trabajo que relatamos quien pudo haber hecho un mejor y más completo esfuerzo, y no lo hizo. Una pena.
En beneficio del contralmirante puede decirse que reconoce desde el principio que "iniciar una novela de base histórica, con la pretensión de entretener y que además tenga un contenido útil para un público iniciado en los temas de defensa y política exterior, es una audacia casi temeraria". Muy cierto. Personalmente, sigo esperando el trabajo definitivo sobre el tema, que de seguro algún día llegará. En todo caso, para que no se me acuse de parcial, en el siguiente enlace se puede acceder a otro tipo de crítica respecto de la misma obra.
Como sea, un aporte. 89 páginas, publicado por la Revista de Marina, editada por nuestra Armada.
El trabajo está estructurado como un relato personal de los acontecimientos que significaron el traslado hacia Magallanes de algunas unidades aeronavales para hacer distintos tipos de exploración aeromarítima en esa zona con ocasión del conflicto del Beagle en diciembre de 1978, y en tal sentido efectivamente sirve para tener una de las primeras versiones escritas de primera mano de algunos aspectos de lo que aconteció en esa oportunidad. Y eso se agradece debidamente.
Si bien hay un relato del día a día que vivió Martínez y de algunas de sus tareas durante lo más complicado de la crisis (y se confirman algunas cuestiones que eran una suerte de mito urbano entre los interesados en el tema), no existe un análisis táctico de las acciones, ni hay un mayor desarrollo que se refiera en detalle a la totalidad de las misiones realizadas por la Aviación Naval (como un todo y sistema) en esa oportunidad. En tal sentido, rarezas como mencionar las coordenadas geográficas exactas en que se habría producido la intercepción de material CASA 212 chileno por A-4 Skyhawk aeronavales argentinos en dos oportunidades, quedan precisamente como una excepción... Mayores antecedentes complementarios hemos querido encontrar en otros libros recientes relativos al tema (como "La Escuadra en Acción", de Arancibia & Bulnes), pero sin suerte.
Por lo mismo, a mi juicio este trabajo no es una historia reciente de la Aviación Naval chilena, ni de los medios ni cuadros de 1977-78 (o de las dificultades que existieron en ese momento para constituirlos), ni de las características técnicas que se pusieron en juego para enfrentar la crisis, ni tampoco un análisis de las amenazas que debió encarar. Sí, es cierto, algo se menciona, pero a mi juicio resulta insuficiente. Y la oportunidad de hacerlo era inmejorable, pues ni siquiera el muy interesante libro "La Aviación Naval de Chile" (C. Tromben), sin duda la obra desde adentro más completa sobre la historia de nuestras alas navales, hace más que una levísima referencia a los importantes sucesos de 1978 (p. 206, 2da. edición, 1998) (aunque hace otros aportes por referencia indirecta).
Además, me parece que la prosa en que está escrito el libro es sólo regular, lo que puede pasar de largo si es que consideramos que es el primer trabajo en este sentido de este destacado oficial. De seguro una mínima corrección de estilo y un uso adecuado de la tipografía o de la composición (o cualquiera de los varios recursos disponibles) habría ayudado a entender mejor que algunas de las partes del libro son relatos personales, y otros mera novela o ficción, delimitando mejor su valor intrínseco. O habría hecho algo más llevadera su lectura, algo plana o cansadora, si vemos sólo lo relativo a composición de páginas.
Contiene algunas escasas fotos en tamaño menor que a mi juicio no aportan, pues no muestran el despliegue de ese año y en general son imágenes que ya habíamos visto varias veces repetidas en otras publicaciones. Esperaba, en lo personal (y por las razones antedichas) algo inédito. Y de seguro que ese material existe.
Estoy de acuerdo con Martínez cuando se refiere (p. 87 y ss.) al (lamentable) olvido en que el tiempo eventualmente dejaría los esfuerzos de los aviadores navales de esos días (y sobre todo porque yo mismo estaba en Punta Arenas durante diciembre de 1978, y no me cuentan cuentos). Sin embargo, mi opinión personal es que son aquellos que vivieron de primera mano estos acontecimientos quienes están en la mejor posición para recordar esos hechos. Esto, pienso, también conlleva la responsabilidad de hacerlo lo mejor posible. Y es precisamente es el autor del trabajo que relatamos quien pudo haber hecho un mejor y más completo esfuerzo, y no lo hizo. Una pena.
En beneficio del contralmirante puede decirse que reconoce desde el principio que "iniciar una novela de base histórica, con la pretensión de entretener y que además tenga un contenido útil para un público iniciado en los temas de defensa y política exterior, es una audacia casi temeraria". Muy cierto. Personalmente, sigo esperando el trabajo definitivo sobre el tema, que de seguro algún día llegará. En todo caso, para que no se me acuse de parcial, en el siguiente enlace se puede acceder a otro tipo de crítica respecto de la misma obra.
Como sea, un aporte. 89 páginas, publicado por la Revista de Marina, editada por nuestra Armada.