30 septiembre 2015

Nuevos aviones para la Armada

Bimotores Vulcanair P68 Observer 2 para la Armada
De acuerdo a lo informado por la página web de la compañía, el 25 de septiembre pasado la DIRECTEMAR aprobó un contrato para el suministro de siete aviones P68 Vulcanair Observer 2. Destinado a reemplazar a los Cessna O-2A de la institución, las principales tareas que desempeñarán estos nuevos medios son búsqueda y salvamento, policía marítima, reconocimiento, evacuación médica y transporte. Para lo anterior, estas modernas aeronaves serán configuradas con equipos para misiones especiales, incluyendo un AIS para la identificación de buques y una cámara de infrarrojos, entre otros. Serán entregados en el período 2016-2017.

"En Vulcanair nos complace anunciar que Directemar ha seleccionado nuestros excelentes aviones de vigilancia", sostuvo Remo De Feo, gerente de Vulcanair Aircraft.

21 septiembre 2015

El más reciente C-130 para el Grupo 10

C-130 Hercules 990 de la FACh
Una hermosa imagen del más reciente C-130 Hercules incorporado por la FACh a las filas del Grupo 10. La aeronave -con el número de orden 990- arribó a Pudahuel a mediados de abril pasado, proveniente de los EE.UU., donde fue retirado de su almacenamiento en el AMARC y sometido a modernización de cabina y sistemas en Utah. Tiene el serial number 77-0324, siendo originalmente un Lockheed KC-130R empleado por el United States Marine Corps con el tail code 160628. Los créditos de la imagen son de Alejandro Hernández León, quien la hizo en el aeropuerto español de Las Palmas en julio pasado.

16 septiembre 2015

A propósito del paro de funcionarios de la DGAC

1970: la "Crisis de los Controladores"
Que la Historia tiende a repetirse, es a menudo un hecho comprobable. A propósito del efectivo paro de actividades llevado a cabo hace pocas horas por los funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil, y que significó notables alteraciones de las operaciones aéreas civiles, cabe recordar que similares acontecimientos, y por causas que están relacionadas con las alegadas hoy día por ellos, ya se produjeron en 1970.

Se trató esa vez de los efectos de la ley número 16.752, publicada en el Diario Oficial de 17 de febrero de 1968, cuerpo normativo actualmente vigente y que se constituyó desde entonces en la ley orgánica de la DGAC. En resumidas cuentas, esta ley entró a ordenar una serie de temas de una complejidad no menor y que –por lo menos a mi juicio– se arrastraban en diversos grados y circunstancias desde 1930, cuando se creó por decreto de 21 de marzo a la Subsecretaría de Aviación del Ministerio del Interior y sus organismos dependientes, entre estos la Fuerza Aérea Nacional (luego FACh) y la Dirección de Aeronáutica. Es desde 1930, entonces, que existe en nuestro país una no siempre bien comprendida vinculación entre aviación militar y regulación de la aviación civil. Siendo muy interesante esto último, no es por ahora el tema de las líneas que estamos publicando ahora.

Como recuerda el historiador aeronáutico Alberto Fernández Donoso en su segundo volumen sobre la historia de la Dirección de Aeronáutica (DGAC, 2011, pp.77 y ss), el 12 de junio de 1970 cerca de 180 funcionarios de los 548 civiles de esa institución, incluyendo a la casi totalidad de los controladores de tránsito aéreo, iniciaron un paro indefinido de funciones que sorprendió completamente al gobierno de turno. La situación en Chile no era nada de fácil: un paro nacional portuario ponía en jaque el transporte de los embarques de cobre, había movilizaciones estudiantiles con víctimas fatales, y el ambiente preelectoral presidencial contribuía a enrarecerlo todo.

El problema aeronáutico de esos días tenía su origen en que la ley orgánica de la DGAC había dispuesto que tanto el personal de planta como los contratados de esa institución debían ser considerados como "empleados civiles de las fuerzas armadas, para todos los efectos legales" (art. 21), independientemente de que se siguieran considerando "empleados públicos". De esto se derivó que, por sobre su sueldo normal de "empleados públicos", los "empleados civiles" comenzaron a exigir el pago legal y adicional de la serie de asignaciones y beneficios propios de los militares a que –según la ley 16.752– tenían derecho. El gobierno, naturalmente, se negó de plano. La pretensiones de los empleados fueron respaldadas por informes de los especialistas jurídicos de la DGAC y de la FACh, y también por la Contraloría General de la República en sendos informes de 1969. El ministerio de Hacienda, por su parte, se negó a que los trabajadores de la DGAC percibieran por sobre su sueldo de empleados públicos las asignaciones propias de los militares, lo que hizo estallar la crisis. Era mucha plata, según la autoridad.

El gobierno, además, se negó a acatar los dictámenes de la Contraloría. El ministro de Defensa decidió que a los levantados –a la sazón funcionarios de las FF.AA. por efectos de la ley 16.752– debía aplicárseles el Código de Justicia Militar, por incumplimiento de deberes militares y, amenazó con incluso pedir la derogación de la ley de la DGAC y "devolverla" desde el ministerio de Defensa a la Fuerza Aérea. La Fiscalía de Aviación inició causas criminales y dictó 114 órdenes de detención.

La FACh, por su parte, aportó una treintena de miembros de sus filas para reemplazar a los paralizados, lo que aminoró algunos efectos de la huelga.

Cessna 337, imagen sólo de referencia
Luego de una semana de paro, la tragedia marcaría este gran incordio y daría un giro dramático a los acontecimientos. El 20 de junio de 1970, y en el transcurso de lo que sería un vuelo entre Tobalaba, Los Cerrillos y Arica, a las 10.20 de la mañana una aeronave liviana se estrelló contra unos árboles del potrero Las  Rosas, en el fundo Chena, San Bernardo. Había mal clima y el aparato hacía una aproximación instrumental a Los Cerrillos. Aunque nunca se comprobó relación de causa–efecto entre quienes de emergencian ejercían el control de las operaciones aéreas en Santiago, la prensa escrita y la televisión informaron con características de escándalo el terrible hecho. Lo cierto es que la aeronave, el Cessna 337A matrícula CC-CDL, operado por la taxista aérea Línea Aérea Pacífico Ltda., resultó totalmente destruido, con cuatro ocupantes fallecidos y uno grave.

 El LADECO matrícula CC-CFH (foto, M. Anciaux)
Agravó el asunto el que, minutos despúes del mismo día, el Douglas DC-6B CC-CFH de Ladeco, en el que era el vuelo 80 El Tepual – Los Cerrillos, y mientras hacía una aproximación instrumental a Los Cerrillos, a las 11.42 pasó a llevar con su ala derecha unos árboles situados en la ruta de entrada a dicho aeropuerto, aunque aterrizando luego a salvo. Luego se determinó que la aeronave  tuvo una pérdida involuntaria de altura cuando el avión era conducido por el copiloto, pero el peligro existió y el riesgo para tripulación y los 47 pasajeros.

Como uno de los efectos de estos dos acontecimientos, los pilotos de Lan Chile se negaron a volar a partir del lunes 23, por falta de seguridad en las operaciones. La misma DGAC emitió NOTAMS restringiendo las operaciones sólo a vuelos visuales y en buen clima, y pidiendo también la disminución de los vuelos comerciales.

Las acusaciones cruzadas ente autoridades y funcionarios –y entre autoridades de distintas oficinas del Estado– continuó duramente. Los pormenores de dichas polémicas son bien cubiertos por el trabajo de Fernández, y constan en la prensa de aquellos días.

Finalmente, y luego de numerosas reuniones de orden legislativo, la crisis terminó el 3 de julio, reafirmándose la vigencia de la ley 16.752, aunque debidamente modificada para evitar interpretaciones cruzadas entre distintas autoridades estatales. Como recuerda Fernández, los funcionarios volverían a sus funciones a contar del 6 de julio, se descontarían los días no trabajados, continuarían los procesos ante la Justicia militar (pero sólo como una rutina administrativa), y el Congreso despacharía a la brevedad la ley 17.351 (publicada el 30 de septiembre), aclaratoria de la ley 16.752.

La llamada "Crisis de los Controladores" terminaba, y con ella también finalizaba el conflicto más grave jamás vivido hasta entonces por la DGAC.

08 septiembre 2015

Nuevos Cirrus para la FACh

Nuevos aviones de enlace y mantención de eficiencia en la FACh
Según informa el sitio Noticias FFAA Chile, recientemente, la Fuerza Aérea de Chile recibió dos nuevas máquinas Cirrus SR22T, los que complementan a los dos aparatos arribados en junio de 2013. Las dos muy buenas imágenes de los nuevos aviones fueron hechas por William Olave.