06 enero 2007

Fotografiando a la aviación chilena, II

Cuidando el sur...

Por lo que se puede ver en diversos foros, el Cessna A-37B es uno de los aviones favoritos de mucha gente en Chile. Y ciertamente uno de los míos también, sobre todo luego de haber vivido largos años en Punta Arenas, nido de los aviones del Grupo 12, los Tigres de la Patagonia.

Para quienes no hayan tenido la grata experiencia de darse una vuelta larga por esos lados, les diré que los vuelos de los Dragonfly magallánicos tienen un componente de espectacularidad que no puede dejar indiferente a nadie, guste o no de la aviación militar. A eso ayuda no poco el variopinto paisaje local, sea sobre la hermosa ciudad, sus campos cercanos o -mejor- a muy baja altura sobre el Estrecho de Magallanes. Lo cierto es que los A-37 son desde hace mucho tiempo parte del paisaje de esa zona, y unos chumangos más.

Los despliegues habituales de las escuadrillas del Grupo 12 a la zona central del país son comunes para ejercicios o desfiles militares. Durante algunos años acumulé varias horas en el asiento derecho de uno de estos magníficos aeroplanos, lo que permitió hacer interesantes series de fotos. Incluso dio para un artículo que ha sido publicado en varios lados, titulado Un Paseo por las Nubes, donde se cuentan las experiencias de los vuelos de traslado cruzando la zona austral y lo ocurrido en una parada militar de septiembre. Ese escrito apareció en una publicación de pilotos de A-37, versión que en inglés puede ser leída aquí y en español aquí.

La foto muestra al OA-37B número de orden 637, un avión que llegó a Chile en junio de 1992 junto a otros 9 del mismo tipo, y que permanece en las líneas de vuelo de la FACh. Fue hecha con una Canon EOS Elan (o 100), y un lente corto de 80 mm. Ocurrió sobre los cielos de Santiago, en marzo de 1996, y fue tomada desde el A-37B número 633.