Rastreando una historia antigua Restos del Fairchild 22C-7-G matrícula chilena CC-PAT 14, luego de que sus restos fueran remolcados a tierra pocas horas después de que se estrellara en el mar frente a Taltal el 23 de febrero de 1937 (foto, Archivo Nacional; col. I.S.) El tema de nuestros aviones civiles entre 1910 –año del primer vuelo en el país– y 1942 –fecha en que se comienza a sistematizar el registro del inventario nacional– me resulta personalmente muy interesante por una larga serie de razones, entre ellas:
1) Que el número y variedad de los aeroplanos privados chilenos desde 1910 no es menor, y muchos de ellos tuvieron destacada participación en algunos hechos significativos de nuestra historia aérea, o correspondieron a aparatos en algunos casos –y por diversas causas– muy raros;
2) Que del número, tipo e identificación de tales aviones no se conservan más que relatos, noticias o registros no sistematizados.
Además, luego de transcurrido casi un siglo desde el vuelo de Copetta en la chacra Valparaíso, no existe ningún trabajo escrito nacional (ni de los muy escasos buenos, ni de los más habituales pobres) ni foráneo que haya atacado el tópico. Para esto último hay un lote grande de explicaciones, entre otras: lo arduo de la tarea; los varios tropiezos propios de un campo de búsqueda que –en muchos casos– requiere moverse a nivel nacional; lo oneroso de ejecutar para asegurar resultados de nivel superior; y las fuertes dosis de paciencia y persistencia requeridas.
Razones suficientes –entonces– para plantearse el desafío, aunque no sin modestia en cuanto a los objetivos perseguidos. En mi caso, comencé las búsquedas hace unos cuatro años, y el asunto ya muestra avances significativos, definitivos en algunos casos, sólo aproximativos en otros. Todos ellos, sin embargo, muy valederos dentro de un afán de sistematización y orden donde, repito, nada hay.
Si bien no fue del tipo que operó en Chile a mediados de los años '30 del siglo pasado, este es el Fairchild 22C-7 matrícula estadounidense NC11649, de la clase que dio inició a la serie de este tipo de aeronaves (foto, aerofiles.com) Uno de los aviones interesantes que operaron en la zona norte de Chile en la década de los ’30 fue un monoplano monomotor biplaza de la serie iniciada con el tipo
Fairchild 22C. Por lo menos eso afirma la base de datos
“US Export Certificates of Airworthiness for Chilean Aircrafts”, que me fuera facilitada hace algunos años por el investigador y amigo británico residente en USA
John Davis. Lo concreto es que una de las primeras referencias que yo tuve sobre este avión –justamente en el marco del trabajo de recopilación a que hice referencia antes– provinieron de esa fuente, a la que han adscrito y reproducido sin ulterior varios otros autores y trabajos extranjeros (entre ellas el libro de Air-Britain de 1985 sobre registros chilenos, del cual John es coautor).
Concretamente, los datos de transferencia posibles de encontrar en los archivos de la autoridad estadounidense tampoco son demasiados como para cortar el queque en forma definitiva: de acuerdo a ellos, el
archivo numerado 971 contiene referencias sobre un avión tipo
Fairchild 22C-7-C, con el número de serie o de construcción (c/n)
1800, y con la matrícula gringa
NC14306.
That’s all. No hay referencias sobre matrículas posteriores registradas o posibles, o sobre aspectos notables de la vida del avión.
Dando una mirada a la siempre útil y bien documentada base de datos del sitio aerofiles.com, vemos algo que llama la atención: de la amplia variedad de aviones Fairchild 22C-7 fabricados a contar de 1931, sólo un ejemplar habría sido construido de la versión 7–C (en 1932, y dotado de un motor de Havilland Gipsy de 90 hp). Según la misma fuente, este avión único habría sido exportado a Canadá. Por una serie de razones que se pueden derivar de este breve artículo y de la simple comparación de las imágenes disponibles, es improbable que haya sido este avión el exportado a Chile el mismo año de 1935.
Fairchild 22C-7-G, matrícula estadounidense NC14788, del tipo que operó en Chile entre 1935-37 como CC-PAT 14 en manos de Jorge Beeche Caldera (foto, aerofiles.com) Por otro lado, una búsqueda de la antigua matrícula
NC14306 en otros varios recursos en la red arrojó, sin embargo,
otro resultado: este código habría estado asignado efectivamente a un Fairchild 22C-7 con el c/n 1800,
pero de la versión 7-G,
no 7-C. Aerofiles nos dice que los 7-G fueron fabricados a contar de 1935, alcanzándose a construir
6 aviones, dotados ellos con un motor Warner Super Scarab de 145 hp. Hasta aquí, nada que sirva demasiado, ni alguna referencia mínima a Chile más que la simple afirmación de la autoridad americana de haber sido este el avión pasado a nuestro país.
Una somera búsqueda en alguna prensa nacional de la época no ayudó. Sin embargo, rastreando algunos reportes para nutrir mi base de datos sobre accidentes e incidentes de aviación en Chile, encontré en el Archivo Nacional antecedentes muy interesantes con algunos pormenores que afectaron a un avión que llenaba las descripciones anteriores. En base a esos datos, puedo, entonces, establecer una serie de cuestiones preliminares, pero muy decidoras:
La primera es que el 19 de octubre de 1935 el avión “Fairchild 14” (así aparece identificado) de propiedad del ciudadano Jorge Beeche Caldera se accidentó en la oficina salitrera Santa Luisa, Taltal, a las 9:15 hora local. El hecho se produjo mientras despegaba desde ese lugar para dirigirse a la Oficina Esperanza, momento en que el motor falló y el avión se estrelló contra unos montículos, dañándose en forma mediana. La bitácora señalaba a esa fecha 140 horas de vuelo totales. Como otro dato muy interesante, se señala que el Certificado de Aeronavegabilidad Nº 14 de este aeroplano había sido asignado el 13 de abril de 1935. No hay ningún otro dato relevante.
Recorte de El Mercurio (Santiago), de 24 de febrero de 1937,
dando cuenta del accidente de Jorge Beeche en Taltal (col., I.S.) La segunda es que a las 18:30 horas del 23 de febrero de 1937 este mismo avión encontró su destino final en manos del mismo Beeche, mientras evolucionaba sobre la bahía de Taltal arrojando volantes de la candidatura a diputado del mismo sujeto. En esta ocasión, el avión perdió el entelado del ala izquierda y cayó al mar, en un sector costero donde la profundidad era de dos metros. Lamentablemente, no existen mayores antecedentes en esta investigación acerca del avión (propiedad, tipo de motor, cualquier otro detalle, etc.), aunque sí consta una interesantísima fotografía que lo muestra luego de que algunos pescadores lograran retirar los restos a tierra firme.
En la imagen referida, que es la que encabeza estas notas, se aprecian algunas características de la aeronave, las que permiten relacionarlo físicamente con el tipo Fairchild 22C-7-G. Adicionalmente, se puede observar que el avión luce la matrícula CC-PAT bajo el ala izquierda y el número 14 del Certificado de Aeronavegabilidad en el timón. Otra vez, en el expediente no figura ningún antecedente escrito que permita una mayor identificación.
Por los antecedentes mencionados, concluyo una serie de cosas:
1) El rastreo de los datos históricos de exportación de aviones estadounidenses a Chile, de acuerdo a fuentes oficiales en ese país y recopilados in situ por un investigador de primer nivel, indica que en una fecha indeterminada se exportó hacia nuestro país un avión identificado como Fairchild 22C-7-C. Este avión habría tenido el c/n 1800 y la matrícula americana previa NC14306. No hay más datos en la fuente;
2) De acuerdo a bases de datos generalmente muy confiables, sólo habría sido construida una unidad de la aeronave Fairchild de la versión 22C-7-C, misma que habría sido exportada a Canadá. Otras fuentes extranjeras basadas en el examen del propio registro nacional de aeronaves privadas estadounidenses dan a entender que el avión exportado a Chile era un Fairchild 22C-7-G;
3) La existencia en Chile de un avión de tales características no es una acerca de la cual la prensa hubiera registrado mayores datos, a la usanza de lo que acontecía en esa época en nuestro país;
4) Existen antecedentes fidedignos de que en octubre de 1935 y en febrero de 1937 un mismo avión sólo identificado como Fairchild 14 (en alusión a su marca y al número de su certificado de navegabilidad), se accidentó en sendas oportunidades en Taltal, siendo el último de esos hechos el que lo sacó definitivamente de vuelo por destrucción total;
5) Una fotografía del accidente de febrero de 1937, y su comparación con imágenes de la serie Fairchild 22C-7 nos permite apreciar que las características físicas de los restos del avión accidentado eran
similares a las de un Fairchild 22C-7-G, que la marca de su certificado de navegabilidad era el
número 14 pintado en el timón de profundidad, y que lucía la matrícula
CC-PAT bajo el ala izquierda; que el primer certificado de navegabilidad de dicho avión data de abril de 1935 (en el mismo año en que este tipo de aparatos comenzó a ser fabricado), y que
a octubre de 1935 acumulaba ya 140 horas de vuelo, esto es una media de 23 horas mensuales. Finalmente, que el dueño del avión era el ingeniero y empresario minero (luego político)
Jorge Beeche Caldera.
6) Con los datos anteriores es posible presumir fundadamente la estrecha ligazón entre las informaciones incompletas provenientes de fuentes norteamericanas y las igualmente dispersas pistas posibles de encontrar en Chile.
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(foto, archivo Anselmo Aguilar)
PS de 8 de noviembre:
Anselmo Aguilar, entusiasta de los temas histórico-aeronáuticos nacionales, me hace llegar una atenta comunicación sobre el tema de este breve artículo, de la cual reproduzco con mucho agrado la parte pertinente. Mis agradecimientos a él por la colaboración:
Respecto al avión de la referencia, te hago llegar una foto que saqué de mis archivos, en la que se muestra el Fairchild 22C-7-G matrícula NC14306, c/n 1800 que, según tus archivos fue el que llegó a Chile, en un ambiente muy diferente del cual operó en nuestro país (en este caso un campo nevado).
Esta preciosura es el último eslabón de la serie Fairchild 22; incorporaba todos los lujos que en los anteriores modelos eran "opcionales", lo cual hizo que su peso aumentara más de lo deseable para el excelente motor Warner Super Scarab de 145 hp que poseía. Una nueva ala y un fuselaje reforzado y más aerodinámico que los anteriores modelos de la serie, mejoraron su maniobrabilidad y le permitían hacer vuelo acrobático sin restricciones, pudiendo soportar 11G positivas y 9G negativas (nada mal para la época... hoy sería la envidia del Pillán).
Lamentablemente para la estrategia de ventas, en esa época Fairchild ya tenía para ofrecer el modelo 24 de cabina cerrada, el que se transformó rápidamente en un bestseller. En consecuencia, sólo se fabricaron 6 aparatos del modelo 22C-7-G, siendo el primero de la serie el c/n 1800 que llegó a Chile y el segundo (c/n 1801) fue exportado a Brasil.
(Fuente de la info y foto: US Civil Aircraft Series. Joseph Juptner).