Un viejo guerrero nunca muere...
...sólo cambia de barrio
La Fuerza Aérea del Salvador (FAS) habría optado por comprar aviones de ataque y apoyo aéreo estrecho chilenos Cessna A-37B Dragonfly, los que causaron baja en la FACh hace algunos años, pero que se conservan en muy buenas condiciones en las instalaciones de la base aérea El Bosque.
La noticia fue confirmada por el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, en su discurso en la víspera del 189º aniversario de la creación de las Fuerzas Armadas de ese país. Funes confirmó la compra de una flota de 10 aviones Cessna A-37B por medio de un préstamo de US$ 8,6 millones, el que aún necesita ser aprobado.“Esta flota fortalecerá a nuestra Fuerza Aérea, la que en las últimas décadas no tuvo el apoyo necesario”, dijo Funes en su discurso en la Escuela Militar, en San Salvador, el lunes 6 de mayo.
“Tenemos esas mismas aeronaves. La incorporación incluye un stock de piezas de repuesto que servirá para algunos de los nuestros que ahora no están funcionando”, dijo el ministro de Defensa, que no descartó que esta adquisición servirá para equilibrar la diferencia de poder aéreo en la región con sus vecinos. La escasez de piezas de repuesto prácticamente había dejado en tierra a la aviación de combate salvadoreña por más de un año. Sus aviones sólo volvieron a volar hace poco con la ayuda de los norteamericanos, pero sólo tres A-37 lograron ser rehabilitados y uno de ellos luego cayó accidentado, sin víctimas. Hoy, sólo un par de aeronaves está en servicio.
Esta compraventa anularía la iniciativa de finales de 2010, cuando Funes también confirmó la intención de comprar diez turbohélice EMBRAER A-29 Super Tucano con un coste de inversión de más de US$100 millones. El ministro de Defensa admitió que prefería el avión brasileño; sin embargo, no obtuvo los votos necesarios y la “discusión política afectó el proceso”.