18 febrero 2007

Naval 36 al agua...

Amaraje en Coquimbo
La Armada de Chile informa que el Bell 206 Naval 36 tuvo una emergencia ayer -17 de febrero- en la playa de Peñuelas mientras prestaba servicios de apoyo a las actividades veraniegas. Todo indica que la aeronave salió bastante bien librada de este hecho, y no hubo heridos que lamentar.

Aparentemente no es la primera vez que este helicóptero sufre un percance, y es probable que la misma máquina haya sido la que estuvo involucrada en un accidente bastante más serio el 29 de diciembre de 2004, mientras prestaba servicio en Talcahuano. En dicha oportunidad un Bell 206 también registrado como Naval 36 se precipitó a tierra cerca de las 16.00 horas mientras efectuaba maniobras de patrullaje sobre la playa de los Gringos, Constitución, en la VII región. Por una falla mecánica tuvo que irse al suelo mediante auto-rotación, en una pista de carreras de motos situada frente a la playa. Los cuatro tripulantes salieron ilesos, aunque la aeronave sufrió serios daños, como muestra la imagen (aunque ciertamente reparables). También es probable que antes de este accidente, el mismo helicóptero haya sido retirado temporalmente del servicio por accidente de 7 de febrero de 1995.

Muy vistoso fue también el accidente ocurrido el 12 de julio de 2000, durante la parada cívico-militar por el 142º aniversario de Taltal. A las 13.55 horas el Bell 206 Naval 37 chocó una antena de radio y se estrelló contra el suelo, resultando totalmente destruido. Los noticiarios de esos días mostraron ampliamente las imágenes del desastre. Afortunadamente, los tres a bordo resultaron sólo con heridas leves.

Si de espectacularidad se trata, recordemos el accidente de 8 de diciembre de 1995, cuando a las 19.50 horas el Bell 206B Naval 38 se precipitó al mar 100 metros al sur del muelle Barón, Valparaíso, sin víctimas ni grandes daños; el aparato se posó en el mar sin dificultad usando sus flotadores y fue recuperado luego de ser remolcado al sitio Alfa del molo. Habría tenido una falla de motor y trató sin éxito de aterrizar en la explanada del muelle Barón, pero finalmente fue a dar al agua. Los dos a bordo resultaron ilesos.

Y valga esta oportunidad para recordar el accidente de 1 de junio de 1982, cuando el primer Naval 32, un Bell 206 que operaba desde el recordado buque antártico Piloto Pardo se estrelló cerca de la isla San Jorge, siendo recuperadas partes del helicóptero y el cuerpo del piloto, el teniente 2° Julio González Navarro, poco después. La aeronave ejecutaba trabajos hidrográficos en el archipiélago de la Gran Isla Santa Inés, al sur del Estrecho de Magallanes.

La historia del material Bell 206 (o similares) en la Armada de Chile es ciertamente muy interesante de rastrear debido al amplio número de aeronaves adquiridas -incluso en el mercado civil y militar de segunda mano chileno-, accidentes, reconstrucciones y rematriculaciones.

15 febrero 2007

El avión Capitán Pastene

Una investigación de época

El perfil aeronáutico aportado esta vez por Juan Carlos Velasco muestra al avión SVA 10 llamado en Chile Capitán Pastene, biplano biplaza que llegara al país en 1922, donado al Ejército por la colonia italiana residente en Valparaíso.

Si bien fue la máquina mejor dotada de la aviación militar nacional en su época, en su paso por El Bosque el avión tuvo una historia marcada por una serie de contrariedades, hasta que encontró su fin estrellado en las aguas de Caleta Horcón, en julio de 1924. A tales circunstancias me referí en una detallada investigación titulada "El avión SVA 10 Capitán Pastene, crónica de un regalo que se frustró", la que fue publicada en forma de libro (2003) y luego como un extenso artículo en el Boletín N° 4 del Museo Aeronáutico (2005). Tal trabajo vio la luz luego de rastrear y encontrar una serie de documentos inéditos de esa época, los que permitieron hacer claridad respecto de un tema no tratado por la literatura aeronáutica local hasta ese momento, además de permitir abordar -complementariamente- interesantes aspectos de la aviación civil y militar de esos años, particularmente la historia de los otros pocos SVA 10 que volaron en nuestro país en esa década, y que tuvieron similar suerte.

06 febrero 2007

Fotografiando a la aviación chilena, III

Estrellas de ENAER
Hace algunos años hice las siguientes fotografías dentro de una amplia serie relativa a los productos de ENAER. Las imágenes fueron tomadas desde un helicóptero Bell UH-1H del Grupo de Aviación N° 9, y el vuelo se efectuó en el sector sur de la capital.



Uno de los aviones es el ECH-002 Ñamcú (o ECH-02, como figura en alguna documentación) número 181 (c/n 001 de 1989, aunque inició su construcción en 1987) cuando todavía se encontraba registrado como avión de la FACh. El aparato resulta ser muy interesante, pues es el primer avión de su tipo y clase fabricado por ENAER, es decir el primer Ñamcú, y su primera matrícula civil fue la CC-PZI, inscrita el 31 de marzo de 1989, misma que se canceló el 14 de mayo de 1996 por su traspaso ("en venta") a la FACh. Ya sabemos que en esta institución asumió el número de orden 181, y se mantuvo por algunos años en el seno del Grupo 11 junto a su gemelo, el Ñamcú 182. En julio de 2001 se rematriculó CC-PZC, y hoy día se encuentra en exposición en el Museo Aeronáutico, lugar al que arribó a fines del primer semestre del año 2006.

Se puede apreciar que lleva la marca Eaglet en el morro, aunque cabe decir que esto fue sólo para efectos demostrativos en Chile del producto que con ese nombre ENAER intentó certificar y vender en Europa hace algunos años. En honor a la verdad, es un original ECH-002 Ñamcú con varias modificaciones propias del verdadero EE-10 Eaglet, las que fue recibiendo sucesivamente en el tiempo. A la historia de este producto me referiré en su momento en un próximo artículo.



Lo acompaña el ECH-51 Pillán matrícula CC-PZD, uno de los aviones que la empresa tiene registrado a su nombre para efectos demostrativos y de promoción. A este aparato ya me referí en el artículo que sobre los prototipos del Pillán publiqué en este mismo blog, y sólo valga recordar que tiene el c/n 107-84 y sus registros anteriores fueron 107 y, luego, CC-EFU (aunque éste no figura realmente en el Registro Nacional de Aeronaves). Cumpliendo su rol, este avión ha participado en varias muestras internacionales, e incluso fue utilizado para interesar a la entonces llamada Heyl Ha Avir (Fuerza Aérea Israelí) durante el año 2000, un concurso que no le resultó exitoso, sin embargo. Hoy en día sigue volando para ENAER, pero con otro esquema de pintura.

03 febrero 2007

1965: El vuelo trágico del CC-CCG

Uno de nuestros peores desastres aéreos
El 6 de febrero se conmemoran 42 años del accidente del DC-6B CC-CCG de LanChile, hecho que segó la vida de 80 pasajeros y una tripulación compuesta por siete empleados de la compañía. Se trató del vuelo 107, el que cumplía itinerario entre Santiago y Montevideo, vía Buenos Aires.

La aeronave despegó desde Los Cerrillos a las 08.06 HL, enfilando hacia el Cajón del Maipo. Entre las 08.30/08.36 horas, aproximadamente, se estrelló contra el filo montañoso que une los cerros Catedral y Corona en la cordillera de los Andes, sector de Lo Valdés, a 4 Km de la planta de agua potable La Yesera.

A bordo viajaban pasajeros chilenos, argentinos, peruanos, uruguayos, italianos, estadounidenses, checos, soviéticos y alemanes, resultando todos fallecidos.

El avión era el Douglas DC-6B CC-CCG (c/n 45513), tenía el número de flota 404 de la Lan, y había arribado a Chile el 21 de agosto de 1958, formando parte de un grupo de cuatro naves similares adquiridas a la casa Douglas en US$1,8 cada uno. Resultó totalmente destruido y a la fecha acumulaba ya algo más de 17.000 horas de vuelo. El piloto registraba casi 11.000 horas de vuelo, y había cruzado la cordillera hacia Argentina en 24 ocasiones como comandante y en 102 como segundo oficial.

La comisión de peritos llegó a establecer que en la operación de la aeronave se cometieron múltiples hechos constitutivos de grave indisciplina de vuelo, lo que contribuyó a agravar el dolor de los familiares de todas las víctimas. Al respecto, la prensa de la época es elocuente, particularmente el diario El Mercurio de 23 de marzo de 1965 y fechas posteriores.