Qué mejor aporte sobre la FACh en esta fecha que reproducir las palabras de su CJ. La entrevista es muy interesante y la publica El Mercurio de hoy domingo 23 de marzo.
CJ de la FACh y su esfuerzo por detener la emigración de oficiales:
"¡Si no nos quedan pilotos, se acaba la FACh!"
El general del aire Ricardo Ortega hace un dramático llamado para impedir la fuga de pilotos -incluso de F-16- hacia empresas de aviación privadas, especialmente LAN. "Desde 1980 hemos perdido una Fuerza Aérea completa", se lamenta, junto con advertir que en los últimos meses el despoblamiento de la institución se ha agravado.
por MAURICIO CARVALLO
Lo pidió el año pasado para el 77.o aniversario de la Fuerza Aérea. Y lo volverá a pedir -ante la Presidenta y altas autoridades de Gobierno y militares- en la ceremonia que se realizará el martes por primera vez en Antofagasta. Pedirá detener de una vez la renuncia de oficiales con alta formación y experiencia y que son reclutados por compañías de aviación privadas.
Esta se convirtió en la principal tarea del comandante en jefe, general del aire Ricardo Ortega Perrier (56, casado, cuatro hijos, piloto de guerra, profesor militar de estrategia y operaciones), porque el ritmo de las renuncias se ha acelerado.
-Es una realidad que he repetido en todos los estamentos que he podido, como el Ministerio de Defensa y las comisiones respectivas del Congreso -reconoce Ortega en su oficina en el edificio de las FF.AA.-. Es muy difícil competir porque nuestros sueldos tienen una gran diferencia con aquellos de las compañías privadas. Hay mermas importantes.
-¿Como cuáles?
-En 2007 perdí 17 pilotos. Solamente entre enero y febrero de este año, perdí 12 más... Y hay que pensar que egresan aproximadamente 22 pilotos al año. Cada piloto con experiencia me cuesta alrededor de cinco millones de dólares.
-¿Es cierto que los pilotos de F-16 ganan 800 mil pesos mensuales y que LAN les ofrece comenzar con un millón 800 mil, y pocos años después, doblar a tres millones 500 mil?
-Es verdad. Mi tarea es cómo convencer a ese oficial que gana 800 mil que es bueno quedarse en la FACh. Mirando el mercado, estoy tratando de que diga: 'gano menos, pero tengo salud, vestuario, una buena casa, transporte, recibiré una jubilación bastante razonable y sirvo al país'. Algo que los compense... Pero por supuesto facilitaría mucho que se redujera esa enorme diferencia.
-¿Por eso pidió en el 77° aniversario de la FACh que el Estado eleve los sueldos de oficiales especializados?
-Sí. Se lo pedí formalmente a todos. El Ministerio de Defensa trata de trabajar este tema con Hacienda... Por supuesto, esto requiere un tiempo, tiene que verse la factibilidad de los presupuestos, las leyes y todo. Pero espero que se decida pronto porque me complica mucho: debo cautelar el patrimonio del Estado y la defensa de los cielos de Chile. El Estado pierde más cuando se nos va un piloto que subiendo un porcentaje de un sueldo que nunca será como el de los de afuera. Pero eso nos permitiría competir mejor.
-Mientras, las compañías están encantadas con las fianzas (contratos por los cursos especiales de los pilotos): pagan desde un millón 300 mil a cinco millones de pesos, porque es muy poco en relación a lo que les cuesta un piloto civil.
-¿Y todo esto lo sabe la Presidenta?
-Claro, conoce muy bien el tema desde que fue ministra de Defensa.
-Pero hasta ahora no obtiene nada...
-No, no lo he obtenido. He sido escuchado, entienden el problema... pero cada día que pasa pierdo más oficiales. Es un tema estratégico. Yo, por otro lado, tengo restricciones para impedir que se vayan, porque hay un tema constitucional de libertad de trabajo. También hay otras restricciones constitucionales: el beneficio no podría ser para algunos, sino para todas las ramas de las FF.AA.
-¿Las otras dos ramas dicen que también hay que mejorarlas?
-Es una pregunta muy legítima. No quiero ser peyorativo, pero hay que ver si de las otras ramas el mercado siente necesidad de sus oficiales. Hay que mirarlo con un criterio especial.
Las grúas de LAN:
-¿En el nuevo discurso de aniversario nuevamente dirá algo al respecto?
-Claro que sí. Tengo que darle cuenta al país y contarle lo que nos pasa. La FACh es la defensa aérea, y los aviones los vuelan los pilotos. Se me pueden ir de otras especialidades, que lo siento mucho, pero las puedo subcontratar, buscarlas en el mercado. Pero a los pilotos, no. Ellos son la materia prima, la espina dorsal de la Fuerza Aérea. Si no hay pilotos, los aviones permanecen en tierra. Así de simple: ¡Si no nos quedan pilotos, se acaba la Fuerza Aérea!
-¿Cuántos pilotos quedan?
-Sin darle datos precisos al adversario: somos alrededor de 400 pilotos. Desde el año 80 hasta ahora, ¡hemos perdido una Fuerza Aérea!
-¿Es LAN la que se lleva los pilotos?
-LAN es un importante operador en Chile. Pero también están Sky, Aerolíneas del Sur, y, además, tengo pilotos en Vietnam, Emiratos Árabes, Hong Kong, Japón. Hay que buscar la manera de disminuir la razón de estos egresos.
-Pero se producen desde hace años...
-Sí, pero en menor grado, porque la aviación no había crecido tanto. Acuérdese de cuántas líneas aéreas había y cómo era LAN hace 15 años. Pero hoy LAN ha crecido exponencialmente -lo que nos da mucho gusto, porque fortalece la capacidad de transporte estratégico del país- y debe estar en el mercado, comprar más aviones. Además, tiene accionistas a quienes responder. Me preocupan los planes de expansión de LAN. Y la que paga las consecuencias es la FACh.
-¿Pero esto cómo se manejaba antes?
-Por ejemplo, la FACh tenía un presupuesto especial de apoyo a los clubes aéreos, que producían muchos pilotos, y los nuestros estaban más disponibles. Manteníamos una cantidad suficiente para entregar al mercado y no nos incomodó, hasta ahora... Hoy, cuando se me va un piloto con experiencia, no resuelvo el problema metiendo más cadetes en la Escuela de Aviación y volando un poco más. Eso no sólo significa más plata, combustible, tiempo: un piloto operacional se ve a los 10 ó 12 años de carrera, cuando ha pasado por todos los aviones y sabe trabajar en bandadas de combate y operar bien los sistemas.
-¿Incluso se van pilotos de F-16?
-Este año se fue uno. Era un piloto de pruebas que nos costó carísimo. Pero tenía que ver con muchos problemas familiares. Puede ser un precedente. Por el momento, a los pilotos de F-16 los tengo muy aleccionados; son cabros jóvenes (24 a 32 años) que todavía están entusiasmados, pero tendrán presiones de sus familias y del sistema... Y miran alrededor. Si se empezaran a ir, sería muy grave.
-De aquí a 2011, se prevé que LAN necesitará anualmente cien pilotos...
-Eso es lo que me preocupa. Hay que preguntarle a LAN cuántos de sus pilotos son de la FACh...
-¿Ha hablado con Sebastián Piñera, uno de los mayores accionistas de LAN?
-Sí, nos hemos contactado en más de una oportunidad con la gente de LAN, y otros comandantes en jefe también. Reconozco que LAN y otras empresas han hecho esfuerzos para buscar pilotos de otras partes. Porque si hubiese sacado exclusivamente pilotos de Chile, no tendríamos Fuerza Aérea... Tengo la sensación de que ha recibido postulaciones de pilotos de F-16 y ha sido responsable para no sacármelos.
-Si Piñera fuera Presidente, debería hacer frente a un problema de relevancia para la seguridad nacional creado por LAN.
-Mire, una cosa es ser candidato y otra asumir como Presidente. Tengo que creer, y creo firmemente, que independiente del Presidente que salga, va a privilegiar los intereses del país.
-¿Un llamado especial a Piñera?
-No es de mi ámbito de competencia. Ellos son suficientemente inteligentes.
El poder disuasivo de los F-16:
"Podremos provocar un gran daño a quien intente violar nuestras fronteras"
-¿Satisfecho con los F-16? Compárelos con los que poseía la FACh.
-Estoy muy satisfecho, porque nos permite interoperabilidad con las fuerzas aéreas del primer mundo. Los aviones que teníamos eran muy buenos, pero el Mirage se dejó de producir hace tiempo, y sus repuestos (que había que buscar en lugares de desguace) se encarecían mucho. Además eran motores menos eficientes. El F-16 es de cuarta generación y nunca ha perdido un combate aéreo. En sí es disuasivo.
-Países vecinos han denunciado una carrera armamentista y el rompimiento del equilibrio regional por su poderío.
-El F-16 es como cualquier arma. Si se usa para atacar o defenderse, es un problema de decisión. Nos ofrece una tranquilidad importante. Por su presencia y capacidad podremos provocar un gran daño a quien intente violar nuestras fronteras o tener una actitud agresiva. Que lo piensen dos veces. No queremos pelear con nadie, pero sí tener buenas cosas para defendernos. El F-16 cumple todos los roles.
-¿Se puede decir que Chile tiene la superioridad aérea en la región?
-Yo no lo diría, sino que logramos un buen equilibrio. Hay otros países que tienen muy buenos aviones, pero nosotros fuimos los últimos que compramos, y entonces tenemos la exclusividad por un cierto período. Otros países, como Argentina y Brasil, están en un programa de incorporar otro avión de combate, y hay muchas opciones, incluso rusas.
-¿Todo será F-16 en la FACh?
-Tener puros F-16 es una ventaja, en alguna medida. Nos abarata costos desde el punto de vista de estandarización, del entrenamiento. Pero también hay que ser cuidadosos, porque es complicado poner todos los huevos en una sola canasta. Por ahora el F-16 es nuestra columna vertebral, y quizás a futuro adquiramos otras unidades u otros tipos de aviones. Chile es tremendamente largo y requiere para su defensa una buena cantidad de aviones.
-¿Es que acaso los 28 cazabombarderos F-16 son insuficientes?
-Nos gustaría tener unos doce F-16 más, para tener una aviación de primera línea, pero los A-37 no los hemos retirado completamente, y siguen operando en Punta Arenas. Tenemos para un buen tiempo más con ellos.
-¿Entonces, en qué consistirá la fuerza aérea chilena?
-Nos gustaría tener un tercer grupo de F-16 y un grupo de aviones de segunda línea. Ahora tenemos F-16, F-5 y los A-37, que ya tienen una buen cantidad de años. Estamos buscando aviones de entrenamiento del F-16 (probablemente a turbohélice) que nos permitan bajar los costos, con todos los sistemas de armamento del F-16. Muy luego tendremos una resolución sobre esto. Así, no gastaremos al F-16 en un entrenamiento muy costoso.
Esta se convirtió en la principal tarea del comandante en jefe, general del aire Ricardo Ortega Perrier (56, casado, cuatro hijos, piloto de guerra, profesor militar de estrategia y operaciones), porque el ritmo de las renuncias se ha acelerado.
-Es una realidad que he repetido en todos los estamentos que he podido, como el Ministerio de Defensa y las comisiones respectivas del Congreso -reconoce Ortega en su oficina en el edificio de las FF.AA.-. Es muy difícil competir porque nuestros sueldos tienen una gran diferencia con aquellos de las compañías privadas. Hay mermas importantes.
-¿Como cuáles?
-En 2007 perdí 17 pilotos. Solamente entre enero y febrero de este año, perdí 12 más... Y hay que pensar que egresan aproximadamente 22 pilotos al año. Cada piloto con experiencia me cuesta alrededor de cinco millones de dólares.
-¿Es cierto que los pilotos de F-16 ganan 800 mil pesos mensuales y que LAN les ofrece comenzar con un millón 800 mil, y pocos años después, doblar a tres millones 500 mil?
-Es verdad. Mi tarea es cómo convencer a ese oficial que gana 800 mil que es bueno quedarse en la FACh. Mirando el mercado, estoy tratando de que diga: 'gano menos, pero tengo salud, vestuario, una buena casa, transporte, recibiré una jubilación bastante razonable y sirvo al país'. Algo que los compense... Pero por supuesto facilitaría mucho que se redujera esa enorme diferencia.
-¿Por eso pidió en el 77° aniversario de la FACh que el Estado eleve los sueldos de oficiales especializados?
-Sí. Se lo pedí formalmente a todos. El Ministerio de Defensa trata de trabajar este tema con Hacienda... Por supuesto, esto requiere un tiempo, tiene que verse la factibilidad de los presupuestos, las leyes y todo. Pero espero que se decida pronto porque me complica mucho: debo cautelar el patrimonio del Estado y la defensa de los cielos de Chile. El Estado pierde más cuando se nos va un piloto que subiendo un porcentaje de un sueldo que nunca será como el de los de afuera. Pero eso nos permitiría competir mejor.
-Mientras, las compañías están encantadas con las fianzas (contratos por los cursos especiales de los pilotos): pagan desde un millón 300 mil a cinco millones de pesos, porque es muy poco en relación a lo que les cuesta un piloto civil.
-¿Y todo esto lo sabe la Presidenta?
-Claro, conoce muy bien el tema desde que fue ministra de Defensa.
-Pero hasta ahora no obtiene nada...
-No, no lo he obtenido. He sido escuchado, entienden el problema... pero cada día que pasa pierdo más oficiales. Es un tema estratégico. Yo, por otro lado, tengo restricciones para impedir que se vayan, porque hay un tema constitucional de libertad de trabajo. También hay otras restricciones constitucionales: el beneficio no podría ser para algunos, sino para todas las ramas de las FF.AA.
-¿Las otras dos ramas dicen que también hay que mejorarlas?
-Es una pregunta muy legítima. No quiero ser peyorativo, pero hay que ver si de las otras ramas el mercado siente necesidad de sus oficiales. Hay que mirarlo con un criterio especial.
Las grúas de LAN:
-¿En el nuevo discurso de aniversario nuevamente dirá algo al respecto?
-Claro que sí. Tengo que darle cuenta al país y contarle lo que nos pasa. La FACh es la defensa aérea, y los aviones los vuelan los pilotos. Se me pueden ir de otras especialidades, que lo siento mucho, pero las puedo subcontratar, buscarlas en el mercado. Pero a los pilotos, no. Ellos son la materia prima, la espina dorsal de la Fuerza Aérea. Si no hay pilotos, los aviones permanecen en tierra. Así de simple: ¡Si no nos quedan pilotos, se acaba la Fuerza Aérea!
-¿Cuántos pilotos quedan?
-Sin darle datos precisos al adversario: somos alrededor de 400 pilotos. Desde el año 80 hasta ahora, ¡hemos perdido una Fuerza Aérea!
-¿Es LAN la que se lleva los pilotos?
-LAN es un importante operador en Chile. Pero también están Sky, Aerolíneas del Sur, y, además, tengo pilotos en Vietnam, Emiratos Árabes, Hong Kong, Japón. Hay que buscar la manera de disminuir la razón de estos egresos.
-Pero se producen desde hace años...
-Sí, pero en menor grado, porque la aviación no había crecido tanto. Acuérdese de cuántas líneas aéreas había y cómo era LAN hace 15 años. Pero hoy LAN ha crecido exponencialmente -lo que nos da mucho gusto, porque fortalece la capacidad de transporte estratégico del país- y debe estar en el mercado, comprar más aviones. Además, tiene accionistas a quienes responder. Me preocupan los planes de expansión de LAN. Y la que paga las consecuencias es la FACh.
-¿Pero esto cómo se manejaba antes?
-Por ejemplo, la FACh tenía un presupuesto especial de apoyo a los clubes aéreos, que producían muchos pilotos, y los nuestros estaban más disponibles. Manteníamos una cantidad suficiente para entregar al mercado y no nos incomodó, hasta ahora... Hoy, cuando se me va un piloto con experiencia, no resuelvo el problema metiendo más cadetes en la Escuela de Aviación y volando un poco más. Eso no sólo significa más plata, combustible, tiempo: un piloto operacional se ve a los 10 ó 12 años de carrera, cuando ha pasado por todos los aviones y sabe trabajar en bandadas de combate y operar bien los sistemas.
-¿Incluso se van pilotos de F-16?
-Este año se fue uno. Era un piloto de pruebas que nos costó carísimo. Pero tenía que ver con muchos problemas familiares. Puede ser un precedente. Por el momento, a los pilotos de F-16 los tengo muy aleccionados; son cabros jóvenes (24 a 32 años) que todavía están entusiasmados, pero tendrán presiones de sus familias y del sistema... Y miran alrededor. Si se empezaran a ir, sería muy grave.
-De aquí a 2011, se prevé que LAN necesitará anualmente cien pilotos...
-Eso es lo que me preocupa. Hay que preguntarle a LAN cuántos de sus pilotos son de la FACh...
-¿Ha hablado con Sebastián Piñera, uno de los mayores accionistas de LAN?
-Sí, nos hemos contactado en más de una oportunidad con la gente de LAN, y otros comandantes en jefe también. Reconozco que LAN y otras empresas han hecho esfuerzos para buscar pilotos de otras partes. Porque si hubiese sacado exclusivamente pilotos de Chile, no tendríamos Fuerza Aérea... Tengo la sensación de que ha recibido postulaciones de pilotos de F-16 y ha sido responsable para no sacármelos.
-Si Piñera fuera Presidente, debería hacer frente a un problema de relevancia para la seguridad nacional creado por LAN.
-Mire, una cosa es ser candidato y otra asumir como Presidente. Tengo que creer, y creo firmemente, que independiente del Presidente que salga, va a privilegiar los intereses del país.
-¿Un llamado especial a Piñera?
-No es de mi ámbito de competencia. Ellos son suficientemente inteligentes.
El poder disuasivo de los F-16:
"Podremos provocar un gran daño a quien intente violar nuestras fronteras"
-¿Satisfecho con los F-16? Compárelos con los que poseía la FACh.
-Estoy muy satisfecho, porque nos permite interoperabilidad con las fuerzas aéreas del primer mundo. Los aviones que teníamos eran muy buenos, pero el Mirage se dejó de producir hace tiempo, y sus repuestos (que había que buscar en lugares de desguace) se encarecían mucho. Además eran motores menos eficientes. El F-16 es de cuarta generación y nunca ha perdido un combate aéreo. En sí es disuasivo.
-Países vecinos han denunciado una carrera armamentista y el rompimiento del equilibrio regional por su poderío.
-El F-16 es como cualquier arma. Si se usa para atacar o defenderse, es un problema de decisión. Nos ofrece una tranquilidad importante. Por su presencia y capacidad podremos provocar un gran daño a quien intente violar nuestras fronteras o tener una actitud agresiva. Que lo piensen dos veces. No queremos pelear con nadie, pero sí tener buenas cosas para defendernos. El F-16 cumple todos los roles.
-¿Se puede decir que Chile tiene la superioridad aérea en la región?
-Yo no lo diría, sino que logramos un buen equilibrio. Hay otros países que tienen muy buenos aviones, pero nosotros fuimos los últimos que compramos, y entonces tenemos la exclusividad por un cierto período. Otros países, como Argentina y Brasil, están en un programa de incorporar otro avión de combate, y hay muchas opciones, incluso rusas.
-¿Todo será F-16 en la FACh?
-Tener puros F-16 es una ventaja, en alguna medida. Nos abarata costos desde el punto de vista de estandarización, del entrenamiento. Pero también hay que ser cuidadosos, porque es complicado poner todos los huevos en una sola canasta. Por ahora el F-16 es nuestra columna vertebral, y quizás a futuro adquiramos otras unidades u otros tipos de aviones. Chile es tremendamente largo y requiere para su defensa una buena cantidad de aviones.
-¿Es que acaso los 28 cazabombarderos F-16 son insuficientes?
-Nos gustaría tener unos doce F-16 más, para tener una aviación de primera línea, pero los A-37 no los hemos retirado completamente, y siguen operando en Punta Arenas. Tenemos para un buen tiempo más con ellos.
-¿Entonces, en qué consistirá la fuerza aérea chilena?
-Nos gustaría tener un tercer grupo de F-16 y un grupo de aviones de segunda línea. Ahora tenemos F-16, F-5 y los A-37, que ya tienen una buen cantidad de años. Estamos buscando aviones de entrenamiento del F-16 (probablemente a turbohélice) que nos permitan bajar los costos, con todos los sistemas de armamento del F-16. Muy luego tendremos una resolución sobre esto. Así, no gastaremos al F-16 en un entrenamiento muy costoso.