De Lock Haven, Pennsylvania, a Chile
Luego de varios días sin actualizar el blog, procedo a publicar un artículo sobre un tema poco conocido, y sobre el cual es escasa y/o errada la información que se puede encontrar tanto en fuentes oficiales como en internet. Alguna vez publiqué una versión menor de estas notas en un ya desaparecido sitio sobre aviación militar chilena, por lo que no me parece nada de mal una actualización para que los datos estén ahora de nuevo a la mano de los amables (y pacientes) visitantes de El Observador Aeronáutico.
Aspectos generales sobre el Piper PA-31 Navajo están ampliamente disponibles en multiplicidad de medios, por lo que no creo necesario hacer una introducción sobre este difundido y magnífico bimotor estadounidense. Sí he agregado algún detalle y fotos sobre la vida civil de los aviones que también pertenecieron a nuestra FF.AA., a sabiendas de que el tópico es de alto interés de quienes frecuentan este blog (y también porque la serie Navajo es una de mis favoritas).
Obviamente, a pesar de que entrego abundantes datos (muchos de los cuales sólo se enuncian, pues -en lo relativo a las identidades y vidas civiles- serán complementados en futuros artículos), estas notas no pretenden ser más que una simple entrega de alguna información acerca del tema, pues aún falta investigar o profundizar una serie de aspectos. Con todo, espero que -a la vez- sea también un punto de partida suficiente para seguir las búsquedas, lo que es -en el fondo- lo que anima mi trabajo. Entonces, dos cucharadas y a la papa:
Obviamente, a pesar de que entrego abundantes datos (muchos de los cuales sólo se enuncian, pues -en lo relativo a las identidades y vidas civiles- serán complementados en futuros artículos), estas notas no pretenden ser más que una simple entrega de alguna información acerca del tema, pues aún falta investigar o profundizar una serie de aspectos. Con todo, espero que -a la vez- sea también un punto de partida suficiente para seguir las búsquedas, lo que es -en el fondo- lo que anima mi trabajo. Entonces, dos cucharadas y a la papa:
Servicio en la Armada
El primer PA-31 Navajo de la Armada sirvió desde 1972 como NAVAL 115 (c/n 31-733), reemplazando en el rol aerofotogramétrico al viejo Beechcraft C-45 NAVAL 103 que hasta entonces realizaba esa labor y que por esas fechas se encontraba accidentado, y hasta 1985 cuando la fuerza lo vendió a los magallánicos Maquinarias Pivcevic e Hijos Ltda. (los dueños de la conocida línea aérea local Aerovías DAP), asumiendo entonces la matrícula civil CC-CRA. Luego operó alternadamente en el mundo civil con las matrículas CC-CRA, CC-PRF y de nuevo CC-CRA, hasta que en noviembre de 1991 pasó a ser CC-CRV, matrícula con la cual se accidentó el 23 de febrero de 1999 al caer en un sector cercano al aeródromo de La Florida, La Serena, en un intento de aterrizar ya sin combustible, sufriendo destrucción total, y mientras operaba para Geocén Integral trasladando gente de la Compañía Minera El Indio. Dos pilotos y dos pasajeros (geólogos USA) resultaron con diversas lesiones.
El segundo Navajo de los marinos fue el NAVAL 118, un PA-31-310 (c/n 31-607). Este avión originalmente fue adquirido en junio de 1970 por la empresa chilena Aerotaxi Ltda. a la Piper Aircraft, siendo matriculado como CC-CFK en julio de ese mismo año. Luego de algunos cambios de dominio, en enero de 1979 la Armada lo adquirió de Turismo Aéreo Chile Ltda., donde operaba con igual matrícula civil. Los datos de su llegada a la Armada son muy interesantes, pues se enlazan específicamente con el Cessna 337 NAVAL 116 y con el Beechcraft D18S NAVAL 102, en una historia que contaré en su momento. Lamentablemente, ha sido imposible conseguir una imagen de este aparato en servicio naval, por lo que la tarea queda pendiente. Fue dado de baja en julio de 1980 y vendido a la Línea Aérea Taxpa Ltda. en enero de 1981, la que lo entregó en comodato a la empresa Línea de Aeroservicios S.A. (LASSA), donde reasumió la matrícula CC-CFK, marcas con la que sufrió un accidente con daños medianos el 21 de abril de 1994 en Los Cerrillos, mientras regresaba de un vuelo de Robinson Crusoe. Encontró finalmente su destino en un accidente con destrucción total ocurrido el 11 de agosto de 2006 cerca de la cuesta de Pajonales, en Coquimbo.
El Comando de Aviación del Ejército (CAVE), reactivado en 1970 luego de haber desaparecido la Aviación Militar en 1930, recibió tres aparatos en febrero de 1970, los que fueron numerados E-201, E-202 y E-203. Valga decir que luego les fue retirado el prefijo E y operaron sólo con sus números, y con distintos esquemas de pintura.
Al primero de ellos, el E-201 (c/n 31-517), lo vemos en primer plano en la foto de arriba estacionado en un sector de la fábrica en EE.UU. y con tres oficiales chilenos, y en una segunda imagen -en la cual son evidentes varios cambios-, la que se muestra a la izquierda. Este interesante documento (se aprecia a los tres primeros Navajo del Ejército) me la facilitó el historiador aeronáutico Rino Poletti, aunque me consta que su origen debe atribuirse -hasta donde sé- al colega Claudio Cáceres Godoy, quien me la exhibió hace algunos años.
En la imagen de abajo puede apreciarse al mismo avión, ya como simple 201 y con camuflaje en gris-verde, despegando desde la pista de Tobalaba en el crepúsculo de un día indeterminado, pero luciendo los colores con los que llegaría al fin de su servicio militar. Una vez dado de baja, en enero de 1995 el avión fue vendido por el Ejército a la empresa Turismo Aéreo Chile Ltda. En esta compañía pasó a ser extensivamente empleado en varias tareas con el registro CC-PBD, asignado a contar de febrero de ese año. La foto que se inserta a la izquierda lo muestra también en Tobalaba.
El segundo, número E-202 (c/n 31-597), fue vendido en diciembre de 1978 a la empresa Línea Aérea Taxpa Ltda., matriculándose CC-CGP en enero de 1979. Este avión resultó hundido en el océano Pacífico el 4 de junio de 1991, a 7 MN de la isla Robinson Crusoe, luego de tener que devolverse por fallas en un frustrado vuelo desde la pista de ese lugar hacia el continente.
El tercero, número E-203 (c/n 31-600), fue vendido a Taxpa Ltda. en abril de 1978, registrándose CC-CFY ese mismo mes. Hubo otros cambios posteriores, pero hoy también es posible verlo operando desde Tobalaba (hasta donde lo tengo observado). Este avión también es muy interesante, pues registra una serie notable de accidentes de distinta naturaleza y cuantía, datos sobre los que no me extenderé ahora: el 27 de marzo de 1981 en Copiapó, el 23 de agosto de 1986 en Curicó, el 26 de octubre de 1991 en Robinson Crusoe, el 24 de noviembre de 1993 en el aeródromo de la mina La Escondida (II región), y el 15 de septiembre de 1994 en Los Cerrillos.
Pero el historial en el Ejército no termina con esos tres aviones. Sigue el avión número 204, un PA-31-310 (c/n 31-7401258) del año ‘74, que fue adquirido para el uso de la Comisión Chilena de Energía Nuclear, una entidad que mantenía fuertes vínculos con el Ejército en esos años. Operó con colores y pilotos del CAVE. El avión fue entregado en octubre de 1974, en Lock Haven, lugar donde se muestra estacionado en la imagen que se inserta (y que me fue obsequiada por don Luis Pérez, geólogo de la CChEN, y que aparece en el documento). Luego de una estadía en Toronto para recibir sus equipos de prospección geofísica de parte de la empresa especializada Geometrics Co., llega a Chile en noviembre del mismo año. Desde el mes siguiente estuvo asignado al Plan Nacional de Recursos Radioactivos y voló desde Arica hasta Osorno con su tripulación (militar) más un ingeniero de minas y un geólogo. El aporte de este avión como explorador geofísico y de sus tripulantes es inmenso en su área y los pormenores son muy interesantes, aunque su relato excede la finalidad de estas notas. En marzo de 1981 la Comisión lo vendió al Servicio Aerofotogramétrico de Gavardo Ltda. (SAGAL) y recibió la matrícula CC-CDD en mayo de ese año.
El siguiente Navajo del Ejército fue un PA-31-310 (c/n 31-7712051), del año ‘77, avión que recibió el número de orden 202 (el segundo número 202 asignado a un Navajo militar). Este bimotor había sido adquirido por la línea Icaro Services Ltda. a la casa Piper en abril de 1977, y recibió la matrícula CC-CFP en mayo de ese año. En noviembre de 1983 fue vendido al Ejército, donde operó –por lo menos nominalmente– hasta noviembre de 1995, fecha en que fue vendido a Agrícola e Inmobiliaria Santa Graciela, por lo que recibió la matrícula civil particular CC-PJA en mayo de 1996. Aparece en la foto inserta a la derecha, del investigador Claudio Cáceres Godoy.
Continuando con la reasignación de anteriores números de orden por parte del Ejército, hubo un nuevo aparato registrado como 203, y que fue un PA-31P Pressurised Navajo (c/n 31-7730006), también del año '77 (foto de la izquierda), y adquirido originalmente por Hernán Briones y Cía. S.A.C.I. a la Piper en enero de 1978. La matrícula fue CC-PHB, asignada en marzo de ese año. En noviembre de 1983 fue vendido al Ejército, donde fue -como dije antes- numerado 203. En diciembre de 1994 se despistó en Rapel y luego sus restos fueron abandonados en el patio de SOTECA, en el aeródromo de Los Cerrillos. Posteriormente sus restos fueron vendidos a la empresa Aerotransportes Araucanía para dar uso a su fuselaje, aún útil.
También hubo un segundo avión numerado 204, esta vez un PA-31 (c/n 31-731) de 1971, originalmente adquirido por el Club Aéreo de Carabineros de Chile a la Piper Aircraft en junio del mismo año, manos en las que operó con la matrícula CC-KKW asignada a contar de noviembre siguiente. En octubre de 1981 fue vendido a la compañía menor AeroChile Ltda. (formada por algunos ex militares) y cambió al registro de avión comercial CC-CKW ese mismo mes. Según menciona el respectivo historial del aparato que está en la DGAC, en noviembre de 1984 fue vendido a la Central Nacional de Informaciones (CNI), y en octubre de 1994 el Ejército lo vendió a la transportista sureña Transportes Aéreos San Rafael Ltda., recibiendo la matrícula CC-CSE en noviembre de ese año.
Servicio en la Fuerza Aérea
La FACh también registra la operación de un PA-31. Nuevamente gracias a la gentileza de Rino Poletti, puedo insertar una interesante foto de este avión, un PA-31-350 Chieftain (c/n 31-8052169), fabricado en 1980 y llegado al país en el segundo semestre de ese año. En el documento, este bimotor aparece sin sus marcas de identificación (pues es de la época en que la aeronave estaba para la venta), pero sí con los colores con los que operó para el Grupo 10. Mientras voló para la FACh lo hizo con el número de orden 311.
La FACh también registra la operación de un PA-31. Nuevamente gracias a la gentileza de Rino Poletti, puedo insertar una interesante foto de este avión, un PA-31-350 Chieftain (c/n 31-8052169), fabricado en 1980 y llegado al país en el segundo semestre de ese año. En el documento, este bimotor aparece sin sus marcas de identificación (pues es de la época en que la aeronave estaba para la venta), pero sí con los colores con los que operó para el Grupo 10. Mientras voló para la FACh lo hizo con el número de orden 311.
En 1986 estaba para la venta y sin marcas y, finalmente, en enero de 1987 la institución lo entregó en venta a la empresa La Pitra S.A., mismo mes en que recibió la matrícula CC-CDR. Luego de algunas pocas transferencias, el avión pasó a manos de la aerolínea Aeromet (foto de la derecha), la que lo operó desde Los Cerrillos hasta poco antes de que comenzara la emigración pre-clausura de ese aeródromo, y prestó servicios principalmente en el sur del país y con la misma matrícula, apoyando las tareas del JetStream CC-CZA de la misma empresa.
Breve resumen de identidades:
Breve resumen de identidades:
- Armada 115, c/n 31-733
- Armada 118, c/n 31-607
- Ejército 201, c/n 31-517
- Ejército 202, c/n 31-597
- Ejército 203, c/n 31-600
- Ejército 204, c/n 31-7401258
- Ejército 202 (bis), c/n 31-7712051
- Ejército 203 (bis), c/n 31-7730006
- Ejército 204 (bis), c/n 31-731
- FACh 311, c/n 31-8052169